EL ARTE DE DOMINAR AL TIGRE




EL ARTE DE DOMINAR AL TIGRE
Franz Marc, The Tiger, 1912.
     Si buscamos la felicidad fuera de nosotros buscamos en lugar equivocado
     Por mucha que sea la variedad que introduzcamos en nuestra experiencia, incluso viajando a muchos lugares distintos, seguiremos viéndolo todo con los mismos ojos. Es nuestro modo de pensar y de sentir lo que colorea nuestra percepción del mundo.
     Si intentamos cambiar el mundo para adaptarlo a nuestras expectativas y preferencias, estamos destinados a fracasar. Cuando llueve no podemos hacer que brille el sol sólo con desearlo, pero podemos trabajar aquella parte de nosotros que se siente molesta por la lluvia. Esto no quiere decir que necesitemos una nueva personalidad; ya tenemos una. Lo que necesitamos es un espejo que nos muestre con precisión quiénes somos y qué partes de nosotros mejorarían si las trabajásemos.
     Quizá hemos reunido una colección de máscaras, una diferente para cada situación, pero nunca hemos examinado realmente nuestra verdadera cara porque en cierto modo estamos demasiado cerca de ella para verla claramente. Lo que solemos hacer es mirar a los demás, y cuando vemos una cara bonita esperamos que esa sea también nuestra apariencia.
     A veces, sin embargo, la máscara resbala u olvidamos ponérnosla y entonces vislumbramos nuestra verdadera personalidad. En general nos resulta tan doloroso que no podemos soportarlo y tenemos que taparnos de nuevo con la máxima rapidez. Estamos tan acostumbrados a tratar de cambiar las cosas que ni siquiera podemos aceptarnos tal y como somos. Mientras tanto, bajo la máscara, nuestra verdadera cara se va descomponiendo por falta de aire y luz, porque nunca nos hemos propuesto limpiarla bien.
Drama Arya Akong Rimpoché
     

Comentarios