EL LÁPIZ DE LA ALEGRÍA


EXPERIMENTO LÁPIZ EDUARD PUNSET (REDES)


     ¿Crees que es posible engañar a nuestro cerebro e influir sobre nuestros estados anímicos? ¿Podemos enseñar a nuestro cerebro a generar emociones positivas? Vamos a hacer la prueba. Coge un lápiz o un bolígrafo y sitúalo horizontalmente en tu boca sujetándolo con los dientes. Será suficiente con esperar unos segundos para experimentar los resultados. Si estás sentado puedes ahora levantarte y caminar.

El lápiz de la alegría
"En 1988, al psicólogo social alemán Fritz Strack se le ocurrió un experimento muy curioso. Mostró una serie de tiras de humor gráfico a dos grupos de personas y les pidió que valoraran cuán graciosos eran los dibujos. El primer grupo sostenía en la boca un lápiz como se muestra en la figura A. El segundo grupo también sostenía un lápiz en la boca, pero como se muestra en la figura B. Sorprendentemente, para la gente del grupo A, las imágenes resultaron más graciosas que para los del grupo B. Los resultados del estudio revelan que la gente experimenta las emociones asociadas a la expresión facial: la mueca de risa provocada por el lápiz en el grupo A les hizo ver más gracia en los dibujos. El experimento corrobora las conclusiones pioneras de Paul Ekman en el campo de la expresión facial de las emociones" (cita extraída de:  http://www.eduardpunset.es/250/general/las-conclusiones-del-experimento-de-la-semana-pasada).


     Como podemos imaginar, la posición del lápiz colocado de manera estratégica en nuestra boca, activa los músculos y simula fisiológicamente la gesticulación propia de la risa, de tal manera que hacemos creer a nuestro cerebro que la risa se está produciendo espontáneamente, y nuestro cerebro responde reforzando ese estado de ánimo efectivamente.
     Este sencillo ejercicio, puede ser útil para activar un estado de ánimo positivo o para tratar de modificar uno negativo. Si estamos molestos por algún problema o preocupación, la técnica del lápiz nos puede ayudarnos a cambiar el chip, aunque sea momentáneamente. Asimismo también puede ser efectivo antes de realizar una meditación si notamos que estamos irritados. Cada uno puede encontrar el beneficio que más le convenga en cada situación determinada.
     Desde un punto de vista más teórico, este experimento también es útil para que reflexionemos acerca de una serie de cuestiones que pueden resultar acaso interesantes. Este experimento nos permite, en efecto, reflexionar sobre los fundamentos biológicos de las emociones, así como acerca de la posibilidad de producir modificaciones en nuestros estados emocionales a través de ciertas prácticas. Por ejemplo,  podemos preguntarnos: si un simple lápiz es capaz en unos segundos de producir una emoción positiva, aunque sea de manera transitoria, ¿qué no podrá hacer la práctica constante de prácticas como la meditación? Las emociones tienen una base biológica, y la meditación puede producir modificaciones en la estructura de nuestro cerebro o en nuestro sistema inmunológico... Un tema sin duda interesante, que en este momento no vamos a desarrollar, pero que podéis consultarlo en otro apartado.

Eduardo Vicente Navarro


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