Las fases o etapas de la mediación son el elemento fundamental a la hora de abordar, por parte de los mediadores escolares, un conflicto entre uno o varios alumnos. Desde el momento en que un conflicto llega al equipo de mediación, ya sea a través del buzón o por petición de un alumno o un profesor, el protocolo se implementa siguiendo las siguientes etapas:
0) La pre-mediación.
Antes de realizar la mediación en sí, es necesario como paso previo que cada uno de los alumnos mediadores realicen una breve entrevista por separado a cada una de las partes. De esta forma los mediadores pueden hacerse una idea general del problema, saber hasta qué punto las partes están dispuestos a colaborar, coordinar el lugar y la hora donde tendrá lugar la sesión, explicar brevemente el funcionamiento de la mediación, medir la temperatura del conflicto, establecer estrategias adecuadas, analizar si realmente se trata de un caso de mediación, etc.
1) La mediación.
Una vez que los alumnos mediadores y las partes en conflicto están reunidos y disponen de un espacio privado (un departamento, un aula vacía, la biblioteca, etc.) y el material adecuado (bolígrafos, papel, informes, etc.), entonces puede comenzar la mediación propiamente dicha.
Lo primero será dejar claro a las partes que están realizando la mediación de manera voluntaria, y que, por lo tanto, se comprometen a respectar una serie de normas básicas que son la condición de posibilidad del propio diálogo (respetarse, evitar los insultos, colaborar con los mediadores, no gritar, respetar el turno de palabra, etc.). La actitud de los mediadores, no obstante, no debe de ser rígida, sino
todo lo contrario, el tono debe de ser conciliador para generar
confianza en el proceso (deben de presentarse dándose la mano, mostrando optimismo e interés por solucionar el problema, etc). Asimismo también es importante recordar a los alumnos en conflicto que la mediación es confidencial y que, por tanto, todo lo que se diga en la sesión no debe de difundirse, ni por parte de los mediadores ni por parte de los mediados. También será conveniente explicar en lineas generales en qué consiste la mediación escolar.
2) La exposición del conflicto.
Los mediadores darán el turno de palabra a cada una de las partes para que tengan la oportunidad de expresar su perspectiva del conflicto. Cuando una de las partes termine su exposición, uno de los mediadores parafraseará lo dicho, es decir, resumirá utilizando las propias palabras del alumno/a el contenido de lo expresado ("Si no me equivoco, dices que lo que sucedió fue que..."). Después llegará el turno del otro alumno en conflicto, y el otro mediador hará lo propio. Si los mediadores tienen dudas pueden realizar preguntas (sin que parezca un interrogatorio y sin juzgar), con el fin de aclarar lo sucedido y tener una visión global del conflicto. También puede resultar apropiado dejar que las partes en conflicto debatan acerca de los sucedido, para así poder ver dónde están los nudos del conflicto y en qué aspectos están más de acuerdo. Una vez queda claro en qué consiste el conflicto y los puntos principales del problema, podemos pasar a la siguiente etapa.
3) El momento de la empatía.
La empatización es una fase imprescindible de la mediación, a pesar de que en algunos manuales no viene reflejada o se trata en modo superficial. Básicamente de lo que se trata es de que los alumnos/as en conflicto sean capaces de ponerse en el lugar del otro. Si somos capaces de experimentar en nosotros mismos el sentimiento del otro, entonces entendemos mejor su punto de vista y nos damos cuenta de que quizá no tenemos la razón absoluta acerca del conflicto. Asimismo, al ver que el otro también realiza el esfuerzo de ponerse en tu lugar, todo ello da como resultado un acercamiento de posturas y una mejor disposición hacia el acuerdo. En ciertas ocasiones, por ejemplo con algunos alumnos/as de 1º de la ESO que son más pequeños y les puede costar participar, puede realizarse por escrito (cada una de las partes escribe en un papel lo que piensa que el otro siente, y después ellos mismos o los mediadores leen en voz alta los escritos).
4) En busca de una solución.
Una vez que se han expuesto los puntos de vista, se ha aclarado en qué consiste el problema, se ha realizado una pequeña discusión del asunto bien dirigida por los mediadores, y se ha producido un acercamiento emocional a través de la mutua empatía, ha llegado el momento de tratar de encontrar una solución pactada del conflicto. Ahora bien, esta solución no puede ser proporcionada por los mediadores, pues como la propia palabra indica, los mediadores sólo son canales o medios a través de los cuales las partes llegan a un acuerdo o solución unánime. Por consiguiente, tendrán que ser los alumnos en conflicto los que de forma creativa propongan posibles soluciones desde las que llegar a un acuerdo pactado. Los mediadores, que recordemos una vez más que son imparciales, pueden tratar de equilibrar la balanza del acuerdo o sugerir sutilmente alguna pista en caso de que se produzca un bloqueo. En ocasiones se puede realizar una lluvia de ideas relativas a las posibles soluciones.
5) Alcanzar un acuerdo.
Teniendo en cuenta lo expuesto en el punto anterior, una vez que se disponen de algunas posibles soluciones, se trata ahora de llegar a un acuerdo beneficioso para ambas partes. Ha llegado entonces el momento de formalizar el acuerdo por el cual ambos se comprometen a respetarlo. El acuerdo deberá redactarse por escrito y se leerá en voz alta para asegurarse que todo está tal y como se ha acordado. Por último, tanto los alumnos mediadores como los alumnos mediados plasmarán su firma en un informe que será archivado en la carpeta del equipo de mediación. Se felicitará a las partes por haber participado en el proceso y por conseguir solucionar sus problemas mediante el diálogo. Durante una semana, o lo que el equipo de mediación considere oportuno, se realizará un seguimiento para cerciorarse de que el pacto se está cumpliendo.
Eduardo Vicente Navarro
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